Centro comercial La Vaguada, mayo 2017. Foto: Laura Montero |
Inaugurado el 24 de octubre de 1983, La Vaguada hizo historia al convertirse en el primer centro comercial de Madrid, y el cuarto de España. Los autores del edificio son el artista lanzaroteño César Manrique, junto con el arquitecto José Ángel Rodrigo.
El proyecto tuvo que enfrentarse a la negativa de los pequeños comerciantes y los vecinos, que crearon la agrupación "La Vaguada es nuestra" y organizaron manifestaciones, pues preferían que el solar se destinara a equipamientos.
El centro comercial se vio como una amenaza para el barrio. Representaba una revolución, un nuevo modelo de ocio importado de Estados Unidos. Superadas las reticencias iniciales, La Vaguada se ha convertido en el motor del Barrio del Pilar, con 25 millones de visitantes anuales.
El edificio cuenta con una superficie de 85.000m², distribuidos en cinco plantas, tres de ellas dedicadas al área comercial, y dos correspondientes al parking.
El interior se inspira en motivos naturales: el techo tiene partes transparentes, que permiten la entrada de luz. Las zonas de descanso están dotadas de fuentes, y los bancos imitan superficies pétreas.
César Manrique refleja en esta obra su constante deseo de fusionar arte y naturaleza. En uno de los accesos hay una cascada, y los exteriores del centro comercial están rodeados de vegetación.
El artista canario siempre se ha caracterizado por ser un gran defensor de los valores medioambientales. Tanto es así que en 1978 recibió el Premio Mundial de Ecología y Turismo.
Su espíritu comprometido se refleja en esta singular construcción. Frente a la homogeneidad de otros centros comerciales, La Vaguada constituye una auténtica joya arquitectónica, que combina belleza y funcionalidad.
Centro comercial La Vaguada, mayo 2017. Foto: Laura Montero |
El edificio cuenta con una superficie de 85.000m², distribuidos en cinco plantas, tres de ellas dedicadas al área comercial, y dos correspondientes al parking.
El interior se inspira en motivos naturales: el techo tiene partes transparentes, que permiten la entrada de luz. Las zonas de descanso están dotadas de fuentes, y los bancos imitan superficies pétreas.
Centro comercial La Vaguada, mayo 2017. Foto: Laura Montero |
César Manrique refleja en esta obra su constante deseo de fusionar arte y naturaleza. En uno de los accesos hay una cascada, y los exteriores del centro comercial están rodeados de vegetación.
Centro comercial La Vaguada, mayo 2017. Foto: Laura Montero |
El artista canario siempre se ha caracterizado por ser un gran defensor de los valores medioambientales. Tanto es así que en 1978 recibió el Premio Mundial de Ecología y Turismo.
Su espíritu comprometido se refleja en esta singular construcción. Frente a la homogeneidad de otros centros comerciales, La Vaguada constituye una auténtica joya arquitectónica, que combina belleza y funcionalidad.
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